Las gafas de sol son el perfecto aliado para los conductores que quieren conducir con comodidad y seguridad en esos días en los que el sol brilla con especial intensidad. Reducen la luz excesiva, mejoran el contraste, nos permiten ver con mayor claridad y mejoran la legibilidad de las señales.
Sin embargo, no todas las gafas son aptas para la conducción. Desde Corhyund te damos las claves para que no te equivoques a la hora de comprar tu próximo par de gafas de sol.
Lo más importante es que las gafas cuenten con la certificación CE, la cual garantiza que se han cumplido una serie de normas europeas que velan por la seguridad del consumidor.
Todas las gafas de sol deben de ir acompañadas de un documento que informe de las instrucciones de uso y mantenimiento, así como el nombre y dirección del fabricante, el tipo y categoría de filtro y las restricciones de uso.
En cuanto al material utilizado en la lente, los cristales minerales presentan una mayor resistencia a los arañazos, mientras que los cristales orgánicos son más ligeros y menos frágiles frente a caídas y golpes.
En caso de usar gafas con graduación, las gafas de sol para la conducción deben de estar también graduadas, idealmente tras una revisión de las capacidades visuales. Si se usan lentillas de prescripción, no es necesario que las gafas de sol cuenten también con graduación.
Las lentes polarizadas reducen de manera considerable los destellos que proyectan las superficies reflectadas como cristales, espejos, metales y cuerpos de agua, aunque también pueden dificultar la visibilidad de ciertas pantallas digitales de información dentro del coche.
Conoce los niveles de filtro solar de tus gafas de sol
La categoría del filtro solar que portan las gafas es otro de los puntos que requieren de mayor atención. En Europa, las gafas de sol se clasifican en 5 niveles, según la cantidad de luz que bloquean. La categoría 1 ofrece una protección muy baja, mientras que la 4 oscurece demasiado la visión. Para conducir, las más recomendadas son las de nivel 2 o 3.