Hace unos pocos años, la respuesta era simple, el diésel era más barato y todos nos lanzamos como locos a sustituir nuestro coche de gasolina por uno que usara el novedoso combustible. Sin embargo, las subidas en los precios y la amplia diversificación del mercado en cuanto a las prestaciones que nos ofrece cada uno, han convertido a esta tarea de decidirse en una odisea. Para aclarar dudas vamos a resumir las principales ventajas y desventajas de cada uno, además de los criterios a la hora de elegir.
¿Qué es mejor diésel o gasolina?
En general, los motores de gasolina tienen una mejor y más rápida respuesta a las demandas del piloto. El diésel se convirtió en la opción más elegida durante años, llegando a alcanzar un 70 % de los vehículos matriculados en España en el año 2012. Sin embargo, esta tendencia comenzó a revertirse en 2015, año en el que salió a la luz el escándalo de las emisiones diésel y donde perdieron mucha popularidad. Como resultado, los coches gasolina aumentaron sus ventas.
Una vez bien situados, veamos qué necesidades puede tener cada conductor.
En cuanto a la contaminación, con el paso del tiempo la línea que separaba ambos combustibles se desvanece. Por lo tanto no es una cuestión a tener muy en cuenta. Si nuestra preocupación es la contaminación, recurriremos a opciones más innovadoras como el GLP (gas licuado de petróleo) o los eléctricos e híbridos. Cuyos niveles de contaminación están muy por debajo de los referentes a los combustibles convencionales. No obstante, con relación a si es “mejor” el diésel o la gasolina, los conductores estamos de acuerdo. La gasolina nos brinda una mayor potencia del vehículo en los cambios de aceleración.
Uso que se le dará al vehículo
Si somos conductores que por trabajo u otros motivos realizamos largos desplazamientos con mucha frecuencia, en principio nos quedaremos con el diésel, ya que salvo excepciones, su precio es menor. Aunque si el tipo de trayecto que realizamos tiene muchos tramos con desnivel, la mejor opción en cuanto a potencia será la gasolina.
En el caso de que usemos remolques, el motor diésel será nuestra elección.
Kilómetros anuales
Para aquellos que pretendan recorrer muchos kilómetros, aún tiene sentido comprar un coche animado por este combustible, ya que, aunque el precio de compra y mantenimiento es mayor que un gasolina, su consumo es menor. En este sentido, los eléctricos aún no llegan a ofrecer la autonomía de un vehículo de combustión. Un coche diésel solo es aconsejable cuando se realizan al menos cerca de 25.000 kilómetros al año o más.
Precio
Tras las constantes amenazas tanto a nivel europeo como estatal, el mercado de coches diésel de ocasión y usados baje de precio de forma paulatina ante el deseo de sus dueños de deshacerse de ellos y adquirir uno de energías limpias y sin restricciones.
Pero esta realidad se pone en relieve otra que merece la pena tener en cuenta: cuando decidas vender tu coche diésel su depreciación será mayor.
Un borrador del anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética establece que las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes tendrán la obligación de crear antes de 2023 zonas de bajas emisiones en las que se limite el tráfico de vehículos contaminantes en beneficio del transporte público u otras formas de movilidad sostenible. Es decir, si la medida sigue adelante, se verían afectados un total de 145 municipios y 23,6 millones de habitantes.
Consumo
En los motores nuevos de baja cilindrada, el consumo puede llegar a ser menor en muchos casos al utilizar la gasolina. Además el ruido generado por el motor se ve drásticamente reducido con respecto a un motor diésel. No obstante, la diferencia de consumo en el entorno urbano entre un gasolina y un diésel continúa siendo de media 1,8 l/100 km inferior en favor de estos últimos. En un uso extraurbano, el dato se sitúa en 1 l/100 km.